lunes, 22 de septiembre de 2008

Lavadora

La invención de la lavadora supuso una reducción en el trabajo del hogar, al facilitar el lavado de la ropa. Su funcionamiento está basado en un motor que hace girar un tambor lleno de agua y detergente. Con el tiempo, los nuevos modelos han incluido mejoras en el diseño y en la automatización de sus funciones.

Básicamente, cuenta con un tambor central con orificios que gira mientras se le introduce agua. Existen mayormente dos grupos de modelos: Las lavadoras horizontales y las verticales. Las horizontales son las que tienen la puerta a un lado, y el giro del tambor tiene su eje horizontal, de forma que la ropa, al momento de girar, va cayendo permanentemente al ser impulsada por el giro hacia arriba. Las verticales son las que tienen la puerta arriba, y el giro del tambor tiene su eje vertical.
La puerta en las lavadoras tiene en su puerta un sensor o un bloqueo automático, que cuando se abre detiene el funcionamiento, o que impide que puedan ser abiertas mientras están en funcionamiento. Está compuesto por una resistencia PTC que al recibir corriente se calienta y activa un bimetal, el cual está conectado a su vez a dos terminales que cierran un contacto eléctrico y dejan circular la corriente hacia el electrodoméstico permitiendo el encendido de éste.
En las lavadoras modernas el lavado se produce por el giro del tambor que provoca la mezcla del detergente con la ropa sucia.
El movimiento del tambor es provocado por un motor eléctrico. Los motores más comunes están situados detrás y debajo del tambor y le comunican la tracción a través de poleas y escobillas. El motor de conducción directa (Direct Drive) forma un todo con el tambor y le transmite la tracción directamente, con lo que produce muy poco ruido y vibración.

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